En el 1720, la familia Sedó y la familia Barceló ya se dedicaban al cultivo de viñas en Bellmunt. Josep Ramon Sedó cogió la responsabilidad de la explotación familiar en el 1986. En el año 2007, con el estancamiento del mercado de la uva joven en el Priorat, la familia empezó a buscar nuevas salidas: el Celler Sedó Barceló y la agrotienda Lo Cistell del Pagès. La idea es hacer un vino para todo el mundo para poder llegar a un mercado más amplio y popular. Todos los cultivos los trabajan con unas prácticas parecidas a la Producción Integrada con la creencia que es el sistema de cultivo más racional y sostenible.