Esta bodega nació con la intención de experimentar con pequeñas producciones de vino, manteniendo siempre un cuidado artesanal durante todo el proceso.
En los viñedos del valle del Duero puede leerse la historia de este lugar, escrita por los pastores y los agricultores que antaño la moraban. En lo más alto de estas tierras las noches frías y los días calurosos se combinan a la perfección con los vientos de las montañas. Es ahí, en lo alto, donde la uva madura y acopia los aromas de la zona, a la espera de convertirse algún día en un Ribera del Duero digno de elogio.