El marco de producción de la Denominación de Origen se extiende por buena parte del sur de la provincia de Córdoba.
Los ríos Genil y Guadajoz limitan sus fronteras oriental y occidental, entanto que el Guadalquivir, al Norte, y las Sierras de la Subbética, al sur, delimitan su contorno. Dentro de la Zona de Producción se distingue la Subzona de Calidad Superior, constituida por terrenos delimitados y seleccionados por sus especiales cualidades edafológicas: son los «alberos» de la Sierra de Montilla y de Los Moriles Altos.
Visitar bodegas, alojarse entre viñedos, saborear la gastronomía, catar sus vinos y cavas, participar en sus fiestas populares, y descubrir el territorio con sus rutas culturales, el patrimonio arquitectónico de todas las épocas, las rutas senderistas y cicloturistas entre viñedos, forman parte de la oferta turística de Córdoba.
Las localidades que forman parte de la Zona de producción de la Denominación de Origen, son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, en su totalidad y en parte los de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de crianza se completa con el núcleo urbano de Córdoba.
Esta zona conserva el encanto de un paisaje dominado por viñedos y olivos, una biodiversidad difícilmente alcanzable en otras zonas vitícolas y acompañado de una gran riqueza Histórica, Artística y Patrimonial de los pueblos que la conforman.
El suelo, es un factor que condiciona la respuesta del viñedo, y por ende la composición de la uva de cara a la vinificación, bajo la fuerte influencia que ejerce el clima de la zona, actuando fundamentalmente como reserva hídrica para la vid, además de ejercer una influencia a través de sus propiedades fisicoquímicas.
Las albarizas son suelos ricos en carbonato cálcico, con suelo y subsuelo formados margas blandas, pobres en materia orgánica natural, poco fértiles, de composición mineralógica simple, con estructura hojaldrada o grumosa, y cuyos horizontes tiene un alto poder retentivo de la humedad, en los cuales las raíces de la cepa se desarrollan principalmente en los primeros setenta centímetros de profundidad, si bien la raíz principal puede llegar a sobrepasar los cuatro metros de fondo.
El vino de la D.O. Montilla-Moriles es un producto único y singular que atrae por sí sólo el interés de la Sociedad, interés por el producto, por su nacimiento en la vid, su tratamiento en el lagar y su transformación en la bodega, por su tradición, por los oficios artesanales que giran a su alrededor y por la gastronomía que lo tiene como fundamento.
Los tipos de vino que se elaboran son procedentes en su mayoría de la variedad principal, la uva Pedro Ximénez, que ofrecen una gama amplia de más de doce productos. Entre ellos los vinos sin crianza, los vinos Jóven y de Tinaja, frescos y apropiados para los menos iniciados; vinos de crianza biológica bajo velo de flor, los Vinos Fino, Amontillado y Palo Cortado, verdaderas joyas de la enología mundial y que únicamente se consiguen en las extraordinarias condiciones edafo-climáticas del Valle del Guadalquivir; El vino Oloroso de crianza oxidativa y el Vino dulce Pedro Ximénez, elaborado a partir de la uvas pasificadas al Sol de la variedad que le da nombre.
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