La gastronomía de Tarragona es el reflejo de su personalidad histórica y cultural: como puerto del Mediterráneo, una parte importante de su riqueza proviene del mar. Pesca abundante y fresca, obtenida en el mayor puerto pesquero tradicional de Cataluña, se conjuga con la rica agricultura, lo cual permite concebir una cocina autóctona con un sabor especial y un toque de personalidad genuina.
Los pescadores traen el marisco y el Pescado Azul de Tarragona reconocido con la marca Q de calidad alimentaria. El barrio de pescadores, “el Serrallo”, es uno de los más típicos de la ciudad, donde podéis encontrar restaurantes que ofrecen una cocina basada en los productos frescos del mar.
El plato más típico de Tarragona es la cazuela de romesco. También podéis degustar la famosa paella marinera, el arroz negro, el pescado a la plancha o frito, el arrossejat, los fideus rossejats (arroz y fideos dorados, respectivamente) y otras muchas recetas creativas y de vanguardia. Muchos de estos restaurantes se encuentran cerca del mar, lo que permite ver el puerto y sumergirse en el ambiente típico de pescadores.
Nuestros restaurantes también se proveen con los frutos cultivados en el Camp de Tarragona: avellanas, almendras, aceite y hortalizas, así como carnes y huevos. En las montañas cercanas se recogen setas, patatas y castañas. De la zona un poco más lejana del Ebro, se recibe el arroz y los cítricos. Uno de los platos más típicos que se sirve desde enero hasta abril es la calçotada, cuyo origen proviene de la ciudad vecina de Valls. El calçot es una cebolleta alargada que se prepara asada sobre una base de sarmientos y se come untándola en una salsa romesco.