Edificio moderno, integrado en el paisaje y energéticamente sostenible
El concepto de nuestras bodegas se basa en un edificio lo más discreto posible jugando con la topografía de la parcela y cuyo volumen está parcialmente enterrado y cubierto mediante un manto de vegetación para su mejor integración y para proteger el valioso vino del interior de las variaciones climáticas.
La integración en la topografía nos permite trabajar con la gravedad en el proceso de vinificación, ya que la entrada de la uva se produce por el nivel superior. De este modo minimizamos el uso de bombas de remonte eléctricas. Esto es muy importante dado que no solo ahorramos energía sino que, principalmente, mantiene la integridad molecular del vino.
La bodega está funcionando plenamente a día de hoy, y es una realidad de la que estamos completamente orgullosos.