Un autentico albariño de finca o albariño de pago. Esta finca se planta en el año 2002 tras más de dos años de reunir, parcela a parcela, más de 200 fincas pequeñas y a más de 70 propietarios distintos, claro reflejo del minifundismo gallego. Se ha apostado por el cultivo del Albariño en espaldera para obtener uvas más aireadas, asoleadas y con menor acidez que el que se obtendría con otros cultivos como el emparrado. Asimismo se evitan gran parte de los tratamientos fitosanitarios que se aplican en otras subzonas de la denominación de origen, en definitiva, una clara apuesta por la CALIDAD.