Arganda es por tradición una tierra de vinos. Un clima soleado durante todo el año y su tierra arcillosa, bañada por las aguas del río Jarama, hace único el vino que desde la época romana se cultiva en esta tierra. Con razón, es fácil leer en cualquier rincón del pueblo el dicho: Si vino a Arganda y no bebió vino, entonces ¿a qué vino?. La Bodega Vinícola de Arganda del Rey es la única de Europa a la que se puede llegar en Metro.