En 1979 Carlos Esteva decide ir a vivir a la finca de su abuelo, Can Ràfols dels Caus.
Sus primeros escarceos con la viticultura tuvieron lugar en Menorca, en la década de 1970, pero no fue hasta que se hizo cargo de la finca familiar cuando decidió implicarse en cuerpo y alma a la producción de vinos de calidad, resaltando las características del paisaje y la arquitectura del lugar en un marco sostenible.
La llegada de Esteva al Garraf supuso toda una revolución: no sólo se aplicó en restaurar la noble masía, que se encontraba en un estado ruinoso, sino que regeneró la explotación de sus viñedos, introduciendo
nuevas variedades y métodos de cultivo, apostando por la excelencia vinícola, con un carácter singular y dotando a la bodega de una identidad propia.
Con varias décadas de trayectoria en el universo del vino, Carlos Esteva continúa distinguiéndose por su amplia cultura en este sector ha sido nominado titular de la prestigiosa Académie Internationale du Vin y por su capacidad para diversificarse: no conforme con haber creado una veintena de referencias en Can Ràfols dels Caus entre vinos y cavas, ha impulsado otros proyectos como Mas Oller, en el Empordà, y Can Camps, una pequeña finca situada en pleno Parque Natural de Garraf.