El Clos Lentiscus pertenece a una familia de viticultores cuyo objetivo es captar la esencia del terruño con sus vinos. La finca familiar del siglo XIV, rodeada de bosques mediterráneos, orientada al sur, se encuentra en el Parque Natural del Garraf. Toda la bodega está organiza siguiendo los principios de la biodinámica. Allí, gracias a las ovejas y a su caballo Ringo, y con la ayuda preciosa de sus abejas, consiguen trabajar las viñas respetándolas y producen vinos naturales que hoy en día son unos de los más interesantes de Cataluña. Además, la personalidad generosa y alegre de Manel y sus ganas de compartir sus conocimientos se notan a través de su producción.