Probablemente, uno de los parajes más cautivadores y nada inhóspitos para el cultivo de la viña en el Alt Penedès es el aislado pueblo de Olesa de Bonesvalls. Allí, hacia 1348 siempre según documentos guardados, ya se cita la existencia de la finca y bosques de Can Tutusaus. Pero no es hasta 1729 que la masia se edifica de nuevo en el nucleo habitado de Olesa, actual ubicación de la bodega.
La finca está formada por la masia y la bodega, unas cuantas hectáreas de olivos que renacen después de años de abandono y 11 hectáreas de viña en cultivo ecológico. El resto de la finca hasta llegar a las 76Ha está ocupada por un bosque de pino i roble, matorrales, retamas, hinojo, tomillo, romero, espliego, palmito y multitud de plantas mediterráneas. En primavera todo el paraje es como un jardín, complementado con la producción de miel que crea un paisaje vital representativo de la esencia mediterránea.
Toda la finca está llena de terrazas y barracas de piedra seca, construidas por hombres de generaciones antiguas, y que pretendemos preservar porque forman parte de un patrimonio paisajístico único. Trabajamos para conseguir que los vinos reflejen el paisaje, el espíritu mediterraneo y la personalidad que les otorga la el rincón de tierra donde se cultivan, bajo la influencia del Macizo del Garraf que nos domina por el suroeste y la sierra de Ordal que nos limita por el norte.