Conoce más sobre BODEGA BACH:

La bodega-mansión de Bach comenzó a erigirse en 1918. La obra fue llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto José María Sala, quien antes de iniciar la construcción recorrió las principales zonas de producción vinícola de Italia y Francia para buscar modelos en los que reflejarse.

Al final, optó por un eclecticismo que aunaba las proporciones y el ritmo renacentista de la Toscana, con un aire mediterráneo puramente español, más blanco y soleado. Los contrastes se pueden apreciar en todo el edificio. La simetría casi perfecta de la parte central de la fachada queda rota en los extremos: bajo los arcos de inspiración italiana aparecen ventanales de signo español, el patio interior trae recuerdos de Andalucía que quedan difuminados entre el clasicismo de las columnas y la bóveda acristalada que lo cubre y las dependencias interiores combinan una elegancia aristocrática con la colorista cerámica mediterránea.

De esta forma, la ambiciosa e innovadora concepción de los Bach queda reflejada en el aspecto actual de la finca, con su magnífico palacete central, la amplia explanada de entrada, el sereno patio interior y los lujosos salones de la mansión.

Tras la adquisición de Bach por parte del Grupo Codorníu, se realizaron una serie de ampliaciones y remodelaciones que dieron su forma actual de la bodega. En 1988, el arquitecto Domingo Triay proyectó una nueva sala de embotellado y expedición y en el 2001, se construyó una sala de barricas. Los cambios han respetado en todo momento las líneas maestras de la construcción original.

image