Somos tres socios a Artcava: Eric, el enólogo; Ignasi, el que tiene cura de la parte empresarial de las cosas (alguien lo tiene que hacer); y lo Ramon, encargado del enoturisme. Abrimos las puertas de Artcava el 2004. Un anochecer charlando con una botella de cava en las manos nos vino la idea. Bien, todo empieza con una idea, pero en nuestro caso, con mucho trabajo y determinación, nuestra idea se ha convertido en una realidad maravillosa.
La familia de Ignasi ha cultivado uva y elaborado vino desde el 1730, pero la bodega vieja se abandonó en 50 y se encontraba mal sido. Fue cuando decidimos volver a recuperar la vida a sus antiguas paredes. Nos posamos a trabajar restableciendo el lugar teniendo cura de no perder su encanto rústico. Nuestra intención no era construir una bodega súper moderna y de alta tecnología, sino reconocer y respetar el pasado. Queríamos fusionar el pasado con el presente.
Y cuando decimos pasado, realmente queremos decir el pasado. Sabemos, a partir de excavaciones arqueológicas, que los íberos hicieron vino al mismo lugar donde hoy hay Artcava. Quizás os preguntáis quién eran los íberos, digamos con solo que eran pobladores en Cataluña antes de que los romanos llegaran aquí hace unos 2.500 años. Así pues, teniendo en cuenta que se ha producido vino en esta región durante los últimos 2.700 años, hemos tenido más o menos tiempos para perfeccionar nuestro arte.