El vino de Toro, reconocido desde tiempos inmemoriales como sinónimo de calidad, fue la principal razón para que Antonio Velasco, nuestro padre, se desplazara hasta Toro desde su Medina del Campo natal en la primera mitad del siglo pasado para emprender una nueva vida. Con tan solo 16 años y gracias a la experiencia adquirida con su padre, tratante de vinos en las tierras de Serrada y Rueda, creó su primera industria vitivinícola, llamada Bodegas e Industrias Velasco.