Ya en el año 1936, nuestros abuelos Luís Gil y Jose Luis Berzal elaboraban con esmero y cariño vinos de gran calidad que aún guardamos como oro en paño.
La pasión por el vino y la tierra se transmite de padres a hijos, y no fue menos con Jose Luis Gil y Gloria Berzal, ambos hijos de viticultores, que heredaron ese amor y se conocieron entre viñedos. Años después contraen matrimonio y crean Bodega Gil Berzal.
Sus hijos Saúl y Benjamín nacieron y crecieron rodeados de viñedos, lagares y barricas, lo que forjó su carácter y entusiasmo por la viña. Hoy, son ellos lo que continúan con la tradición familiar inculcada de sus abuelos a sus padres y de sus padres a ellos para conservar la filosofía y los entramados que hacen de su manera de elaborar; unos vinos genuinos.