La Real Bodega de Carlos III fue mandada construir por dicho rey en 1782 para proveer de vino y aceite a la Casa Real.
En 1766 tras su reinado en Nápoles, y comenzando el de España SM Carlos III adquirió en Aranjuez una finca llamada «Finca del Rey» para convertir Aranjuez en un sitio rural moderno según los planteamientos del despotismo ilustrado y despensa de sus palacios.
El «Real Cortijo de San Isidro» a 5 km de Aranjuez hizo que este Real Sitio fuera el germen de la agricultura moderna y verdaderamente real, según los cronistas de la época.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1983.