Nuestra historia comienza en 1999 dentro de un palacete del siglo XV ubicado en Toro (Zamora), el palacio de Rejadorada. Aquí nace el particular proyecto de Luis Remesal, Jose A. Fernandez (Chencho) y Jose Antonio de Saja: elaborar tintos que destacasen por una esmerada elaboración y un mimo extremo en cada proceso para obtener así vinos finos, complejos y armoniosos con un gran protagonista: la variedad Tinta de Toro (Tempranillo).
En 2003, Rejadorada crece con una nueva bodega en San Román de Hornija (Valladolid) equipada con los más modernos equipos e instalaciones para la elaboración, crianza y embotellado, sin dejar de ser fieles a los métodos antiguos de elaboración y el amor por las cosas bien hechas.
Y sumergidos de lleno en esta aventura, en 2014, Mario Remesal coge el testigo de su predecesor, Luis Remesal, aportando nuevas ideas y reactivando esa ilusión tan característica de Rejadorada con el fin de transmitir a través de estos vinos historia, tradición y pasión.