Bodegas Virgen de Lorea asienta sus viñas en una zona llena de privilegios naturales: la ladera sur de los montes de Otxaran-Zalla en plenas Encartaciones.
Su suelo calcáreo-arcilloso con pluviometría y temperatura moderadas y fríos vientos del Norte, reúne las condiciones idóneas para la obtención del mejor txakolí.
Las técnicas de elaboración más actuales, las instalaciones más modernas y en continua evolución y el celo profesional hacen el resto.
Se tiene noticia fidedigna de que, a finales del siglo XVII, la familia Laiseka, antepasados del actual propietario, elaboraban sidra y txakolí en unas modestas instalaciones que, lógicamente, nada tienen que ver con las actuales.
La superficie actual es de, aproximadamente, 35 hectáreas, de las cuales unas 25 están ocupadas por viñedos, instalaciones y sede social. El resto se encuentra en proceso de plantación.