La naturaleza ha dotado al entorno sobre el que se levanta Bodegas Amador García de envidiables características para el cultivo de la vid. También ha forjado el espíritu de esta bodega, fundada desde 1969, y de una familia que mima con la sabiduría transmitida, generación tras generación, estas tierras privilegiadas.
Bodegas Amador García os ofrece nuestra familia de vinos, ricos en esencia y tradición con las técnicas más modernas y adecuadas para la elaboración de los mismos. El vino, después del paso por los depósitos donde ha sufrido dos procesos de fermentación, dormita en la panza de las barricas de roble que ensamblan sus gustos y aromas con los matices frutales aportados por la uva, en ese estado permanecerá meses.
El silencio y la paciencia lo envejecen en barricas de roble francés, lo redondean, reflejando la acompasada labor de nuestra gente. El último paso culmina en el botellero, un proceso dilatado y paciente que reafirma su fidelidad a la tradición y la calidad.