Desde Soria hasta Oporto discurre el valle del Duero y en el centro de su trazado, La Ribera del Duero. Millones de años han necesitado las constantes aguas, para hendir esta mítica cicatriz en el centro de la meseta norte.
Así, hace tan sólo unos cientos de años, los monjes de la orden del Cister, en el Monasterio de San Bernardo, fueron pioneros en la elaboración del vino tinto en esta tierra.
Hoy en día, en BADEN NUMEN, hacemos honor a estos monjes e inspirados por su afán de conservar la tradición y de la mano de Carlos Niño, elaboramos estos caldos, fruto, no sólo de la tierra, la vid, el trabajo sino también del cariño, la pasión y la dedicación personal, que los hace llegar a su mesa para su disfrute.