Jorge Ordóñez es el principal valedor en Estados Unidos de la variedad Albariño y la D.O. Rias Baixas, ya que fue la primera persona en introducirlas allí en 1991. Le dijeron que nunca vendería más de cien cajas de Albariño en New York y, gracias a su perseverancia, es ahora propietario de una bodega en el Valle de Salnés, la más importante denominación dentro de la D.O. Rias Baixas.
Recibiendo su nombre de las cañas, que recubren las costas de los diferentes entrantes de un Atlántico que esculpe el granítico litoral gallego, la filosofía de la bodega es producir un Albariño serio, tradicional y auténtico, al estilo de los vinos artesanos que Ordóñez descubrió cuando llegó por primera vez a las Rias Baixas, en 1991.
Cuando Jorge viaja por primera vez a las Rías Baixas, la denominación de origen aún no existía oficialmente. Lo que se encontró fue una rica tradición de cultivo y elaboración familiar de vinos. La mayoría de las familias tenían parcelas de Albariño plantados en pérgolas, construidos con postes de granito. La mayor parte de este Albariño se fermentaba y envejecía sobre los posos en grandes toneles de castaño.
Jorge también seleccionó la D.O. Valdeorras por sus extraordinarias condiciones para el cultivo de la variedad Mencía, la más importante uva tinta gallega. La combinación de suelos de pizarra, altitud considerable, cepas viejas y un clima más cálido, comparado con el resto de Galicia, dotan a Valdeorras del mejor terruño para cultivar Mencía.