Tras la desaparición de la viticultura menorquina, tras más de doscientos años, el vino de Menorca vuelve a revivir con los vinos de Bodegas Menorquinas. Cultivamos variedades foráneas y autóctonas, como Cabernet Sauvignon y planta blanca.
Los vinos blancos recuerdan las flores de Menorca. Los tintos, como sus nombres, hablan de nuestra historia.
Bodegas y viñas, desde el 1985, situados en la costa norte menorquina, reciben el aire de la mar Mediterránea para ofrecer el preciado don de la tierra que es el vino.