Nuestros viñedos abarcan 30 hectáreas de suelo arcilloso calizo, siempre en cultivo de secano y, como contamos, conviven con carrascas, olivos y cereales por encima de los 530 m de altitud, la zona más alta del Somontano. Se ve llover lo justo (y necesario). Las precipitaciones rondan los 500 y 600 mm anuales y los cielos grises se alternan con la abundante luz dorada que nutre y calienta la cepas de tempranillo, garnacha, moristel, syrah, merlot o cabernet sauvignon, variedades tintas de nuestros viñedos, o las Chardonnay, Macabeo, Gewurztraminer y garnacha blanca entre las variedades blancas, para una producción anual de 200.000 kg de uva.
En síntesis, la paleta de colores se presenta amplia y sugerente: desde el amarillo intenso del astro rey al azul de las montañas; del verde de las hojas de la vid al marrón de la tierra o la cepa; del rojo del corazón de la garnacha al dorado de la macabeo todo bañado por los suaves atardeceres anaranjados, violetas y rosas que nos regala esta privilegiada tierra abierta, deseosa de ser descubierta y disfrutada.