Entre los términos municipales de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y Telde, se encuentra el Monte Lentiscal, antiguo bosque termófilo de propiedad cabildícea, hoy prácticamente desaparecido debido a antiguas talas masivas.
La crisis económica tras la guerra de la Independencia, abocó en 1810 al Cabildo de la Isla a la privatización mediante venta pública, de terrenos de su propiedad tales como los del Monte Lentiscal.
Los nuevos propietarios decidieron dedicarlas al cultivo de la viña de vinificación, dada la idoneidad de su clima y del suelo surgiendo la Comarca vitivinícola del Monte Lentiscal, dentro hoy de la D.O. de Vinos de Gran Canaria.
Al pie de la vertiente noreste de la montaña y cráter de Bandama, se encuentra el paraje conocido como Plaza Perdida, topónimo del que toma su nombre la bodega, 30.000 m² dedicados íntegramente al cultivo del viñedo.