Desde 1870, a lo largo de cinco generaciones, la familia se ha dedicado al cultivo de las viñas y a la elaboración y crianza de los mejores caldos de Rioja. Manteniendo vivos el conocimiento y la tradición, los han sabido transmitir de padres a hijos adaptándolos siempre a los avances tecnológicos y al respeto por la tierra y la vid.