Cinco generaciones de viticultores, en el corazón de lAlt Empordà, la familia Arché Pagès hace más de un siglo que cultiva y ama la viña. Desde 2004, elaboran unos vinos propios de singular personalidad.
Hacer vino en Capmany, donde se extiende la propiedad, es todo un reto. La distinción se consigue con un control absoluto de todo el proceso. De la poda hasta la vendimia, de la bodega hasta el embotellado. La mirada sensible y experta de la familia tiene cuidado de que el producto llegue al mercado con exigencia y calidad.