En el 1999 se adquirió la finca Mas de lAbella después de unos años elaborando el vino Abellars.
En el 2008 llegó el momento para Noguerals de dar un paso adelante en el proyecto de rehabilitar un antiguo pajar de la masía y transformarlo en la nueva bodega, al lado mismo de las viñas, haciendo que todo el proceso tenga lugar dentro de la misma finca. Este hecho ha sido posible gracias a la exigencia en el trabajo para que en las cepas se continúe produciendo año tras año el milagro de la naturaleza. Unas cepas de garnacha, cariñena, cabernet sauvignon y syrah de las cuales se elabora Abellars, un vino elegante que interpreta a la perfección el carácter del terruño y el espíritu de la gente que lo elabora.