La cooperativa San Isidro labrador fue fundada en el año 1945 por agricultores del pueblo, fruto de la necesidad de defender el producto ante las dificultades de comercializar la uva o los vinos directamente.
Si bien en esta zona la tradición de producción ha sido de uva blanca, en concreto de la variedad Airén que es la mejor aclimatada al medio, había algunas parcelas que producían tintos de gran calidad motivo por el cual se ha pasado de un 2% a un 25% de uva tinta y sigue creciendo.
Como cualquier cooperativa de la zona, y tras largos años de producción, se han ido acometiendo fuertes inversiones en la bodega, eliminando la totalidad de las prensas continuas, instalando depósitos autovaciantes para la elaboración en almacenamiento de acero inoxidable con camisas de frío, con el claro objeto de producir calidad dentro de la cantidad, siendo de las pocas bodegas con un volumen similar que elaboran el 100% de sus vinos con prensas neumáticas.