Es esta una historia milenaria, en la que la cultura romana se mezcló con la tierra y el clima del valle del Duero aportando sus conocimientos en el cultivo de la vid. Así sentaron las bases de lo que hoy, tras miles de primaveras, es una realidad: la conjunción perfecta de un clima, unatierra, una variedad y una mano sabia que recoja toda esta esencia dentro de una botella.
En el 2005, la familia Cusiné, siguiendo nuestra larga tradición de pasión y dedicación a la elaboración de los vinos de PARÉS BALTÀ (en el Penedès) y GRATAVINUM (en el Priorat), decidimos embarcarnos en un nuevo proyecto en la Ribera del Duero siguiendo las pautas marcadas por los primeros viticultores de la región.
Para lograrlo seleccionamos las vides que mejor pueden reflejar nuestra filosofía: viejas cepas de Tinto Fino repartidas por distintas zonas de la denominación, conducidas en vaso en secano, y dirigidas por agricultores que sienten la viticultura como algo especial.
El trabajo en la bodega tiene un claro objetivo: transmitir el carácter de la variedad autóctona Tinto Fino, sirviéndose de los mejores terroirs de la región respetando la tradición y el entorno.