Los Ortega son una de esas familias de cosecheros que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos; conservando la filosofía de calidad y artesanía en sus vinos y adaptándose al presente de la enología.
La historia de Ortega Ezquerro nace con Quintín Ortega allá por el año 1896 con la plantación de las primeras viñas de la casa. Por aquel entonces, nuestro fundador y alma mater es un humilde cubero con expectativas, que además de construir cubas para la crianza y el transporte transoceánico de los vinos, decide dar un paso más a través de la plantación de viñas y posteriormente con el remoce de un antiguo calado para convertirlo en bodega, donde elaborar y criar los vinos de la familia.
El avance de los años nos conduce hasta el presente en el que Carmelo Ortega, biznieto de Quintín Ortega y actual gestor de la familia, es el encargado y responsable del caminar de la bodega. Carmelo, en su afán por evolucionar hacia la mejora, ha puesto en marcha un nuevo proyecto con ambiciosos objetivos en lo enológico y con una meta clara y definida que no es otra que dar a los vinos de nuestra pedriza el valor que merecen y posicionar este concepto en el mercado respaldado por una marca sólida, moderna y a la altura de la calidad de la DOC donde estamos enmarcados, sin perder jamás nuestros orígenes de vino de pueblo.