El llagar fue fundado en 1935 por Fructuoso Costales, tras comprar el terreno en el que se asienta, a una familia de terratenientes locales para los que trabajaba. Inicialmente se construyó una única nave con toneles, en cuyo desván se situó el manzanero, realizándose posteriormente varias ampliaciones.
Desde entonces, tres generaciones sucesivas han gestionado el negocio que actualmente, está regentado por la cuarta generación de la familia.
El nombre de la empresa procede del mismo fundador, quien era conocido como Frutos.