Esta viña de 35 años cuenta con variedades tanto autóctonas como la Viura y el Tempranillo, tanto experimentales en Rioja como el Chenin Blanc y el Cabernet-Sauvignon.
En un terreno cascajoso aluvial con cuarcitas del cuaternario, pobre por antonomasia, que recuerda al Médoc bordelés, exige a la viña lo mejor de sí misma, transmitiéndo eso a las uvas.