Muchos hemos escuchado que algunos médicos aconsejan a sus pacientes beber una copa de vino tinto cada día. Muchos siguen estos consejos pero sin saber muy bien porque el profesional médico les recomienda esa acción. Por este motivo, hoy queremos compartir con vosotros, los beneficios de tomar una copa de vino al día.
Una copa diaria, la receta especial
El vino es saludable cuando se bebe en las cantidades apropiadas (que, según los expertos, es de una copa por día). Pero atención, porque se trata de beber cualquier vino: la variedad debe ser tinto.
Tampoco es cuestión de consumirlo en el momento que se quiera: tiene que ser durante la cena o el almuerzo.
Las personas que beben una pequeña cantidad de esta bebida fermentada con regularidad, especialmente si la acompañan con alimentos, tienen un 30% menos de riesgo de padecer enfermedades del corazón, además de beneficiarse de otros aspectos. Esto se debe a que la presencia de antioxidantes contribuye a prevenir patologías cardiovasculares al incrementar los niveles de colesterol ‘bueno’ y provocar un efecto protector de las arterias.
Muchos estudios ya han subrayado en otras ocasiones el vínculo entre el consumo moderado del vino y los beneficios para el corazón.
Beneficios de tomar una copa de vino al día
Si bien el vino es una de las bebidas con alcohol más antiguas del mundo, no hace tanto tiempo que se han descubierto estas ventajas. Antes se bebía únicamente para divertirse, relajarse, acompañar banquetes o disfrutar de un brebaje diferente. Pero en la actualidad son muchos los beneficios confirmados sobre el consumo de una copa de vino tinto al día:
- Combatir el colesterol: Otros estudios demuestran que una cantidad baja de vino ayuda a reducir los niveles de colesterol malo e induce la síntesis del colesterol bueno.
- Fortalece los huesos: la ingesta diaria de vino ayuda a reducir las posibilidades de perder masa ósea.
- Mejorar la memoria: Varios estudios relacionan la mejora de la memoria con el consumo moderado de vino ya que porque desata procesos que mejoran la conexión neuronal y la refuerzan, con lo que previene problemas relativos al cerebro.
- Reduce el riesgo cardíaco: las personas que consumen vino en dosis moderadas tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.
- Aumentar las defensas: El vino posee cantidad de nutrientes y bacterias que nos ayudan con las defensas.
- Reducir el riesgo de enfermedades de ovarios: Consumir vino a diario y en pequeñas cantidades fortalece el sistema reproductor femenino, concretamente los ovarios.
- Efecto antioxidante: Sus propiedades antioxidantes previenen el envejecimiento de nuestras células y por lo tanto, de varias enfermedades degenerativas.
- Rico en minerales: el vino aporta minerales como el litio (que ayuda a equilibrar el sistema nervioso), magnesio (reduce el estrés), zinc (mejora las defensas inmunitarias), potasio y calcio.
- Beneficioso contra la anemia: El vino aporta a nuestro cuerpo oligoelementos necesarios que reducen la anemia en la sangre.
- Controla infecciones urinarias: Sus componentes hacen que eliminemos hasta un 80% las bacterias que afectan al tracto urinario evitando así la aparición de infecciones urinarias.
- Mejora la digestión: Los taninos presentes en el vino tinto aumentan la formación de saliva, cosa esencial para que la comida entre correctamente en nuestro organismo.