Desde 1820 lleva elaborando y produciendo txakoli la familia Ameztoi. Barricas viejas, olor a madera, ruido de botellas y risas. Así era el viejo Ameztoi y solía congregar a muchísima gente. De hecho, a la familia Ameztoi se le conoce desde antaño por el sobrenombre de «Kirkilla» (grillo) símbolo de alegria, felicidad y orgullo.