Conoce más sobre BODEGA ENRIC SOLER:

Ganador del Campeonato de España de Sumilleres en 1997 y creador de un aula de cata en Barcelona que estuvo operativa durante 14 años, Enric Soler se convirtió en elaborador en 2004 tras la muerte de su abuelo. Animado por amigos, en lugar de vender la vieja viña de xarel.lo plantada en 1945 por el abuelo en Sabanell (Font Rubí), en una zona utilizada como campo de aviación por el bando republicano, decidió ir recuperándola.

Hoy la viña dels Taus que da origen al blanco fermentado en barrica Nun Vinya dels Taus (39 €) está rodeada de plantaciones en espaldera y delimitada por el paso de la C15. No es extraño que el meticuloso Soler haya marcado su pequeña viña con una cerca de madera y una línea de cipreses “para que se vea que aquí pasa algo diferente”. De hecho, este blanco fue una de las primeras apuestas serias por defender la singularidad de la xarel.lo para vinos tranquilos en Penedès. Desde 2019, el productor catalán trabaja fuera de la DO.

Justo al lado queda otra pequeña parcela, también de xarel.lo en vaso pero con suelos diferentes. Junto a otras cepas en espaldera que quedan al otro lado de la C15 elabora Improvisació (22 €), un blanco con menos peso de madera ya que combina vino fermentado y criado en barricas de tercer uso con huevos de cemento. En la cosecha 2016 además ha incorporado un foudre.

Su tercer vino, Espenyalluchs (35 €) procede de una parcela plantada en 2010 con esquejes de la viña dels Taus en Torrelles de Foix (Alt Penedès) a 500 metros de altitud en la que es una zona más propia de parellada (el xarel.lo se planta en cotas inferiores), pero Soler está dispuesto a correr riesgos para buscar una expresión más fresca de la variedad. Ocupa una hectárea en una ladera enmarcada por un bosque. Los suelos son de arcilla pura con mucho canto rodado y minerales como el sílex. Ha optado por el vaso con un marco de plantación estrecho y alta densidad de cepas por hectárea. Este blanco se fermenta y cría en barricas de cuarto, quinto y sexto año.

El nuevo Istiu (verano en catalán, menos de 1.000 botellas, unos 28 €) busca mostrar la expresión de un viñedo plantado al 50% con xarel.lo y malvasía de Sitges. El vino se fermenta y cría durante ocho o nueve meses en barricas francesas de tercer año y 300 litros.

El muy personal proyecto de Enric Soler focalizado en la xarel.lo está centrado en apenas dos hectáreas de viñedo que se traducen en 8.000 botellas repartidas en tres referencias. Soler practica una viticultura respetuosa que incluye el uso de preparados biodinámicos. Trabaja con fermentaciones espontáneas, no corrige nada y en los últimos años está centrado en limar la presencia de la barrica, preservar la acidez y ganar pureza en los vinos. De ahí que en 2013 abandonara totalmente el bâtonnage. Trabaja solo con roble francés y los vinos pasan unos ocho-nueve meses en barrica antes de ser embotellados en mayo-junio, justo después del “despertar de la primavera”, como Soler llama a la buena expresividad que muestran los vinos en esta época del año.

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